Reseña: Legado De Una Tragedia III

Al fin tengo entre manos la tercera entrega de Legado de Una Tragedia, el proyecto que inició Joaquín Padilla hace unos años, relatando la vida y la obra de Edgar Allan Poe en forma de "Ópera Metal" contando con la crème de la crème de la escena del Heavy Metal nacional y logrando, hasta ahora, unos resultados jodidamente bestiales. La verdad, debo decir que, cuando decidí abrir este sitio web hace casi dos años (su puta madre, como pasa el tiempo), no esperaba de ninguna manera que me enviaran este disco para dedicarle una reseña, pero mira, aquí estamos. Con los dos anteriores discos de esta trilogía flipé en colores, hoy me siento muy afortunado de poder presentaros esta tercera entrega con mis propias palabras.

Para este trabajo, el señor Padilla ha contado con gente de Leo Jiménez, Saratoga, Warcry, Alquimia, Lords Of Black, Darkmoor, Opera Magna... y un largo etcétera. Podéis ver el elenco completo en este post que publicamos hace unas semanas, no tiene desperdicio. Además, en esta ópera metal ha sido grabada con una orquesta sinfónica y una coral lírica, siendo la primera vez que se hace una obra original para orquesta y banda de Metal en este país (no nos referimos a un disco de Rock/Metal con arreglos orquestales). Al final quedan 12 temas que en total forman un disco de 74 minutos en un fantástico viaje en el que Poe, después de ser rescatado de los nueve círculos del Averno por Morfeo, es llevado al mundo de los sueños, el reino de Morfeo, donde el escritor se encontrará con muchos de los personajes que poblaron sus historias. Además cuenta con la aparición de los personajes creados por Neil Gaiman en su obra The Sandman, de tal forma que esta obra entremezcla las historias de Poe con la mitología del mundo de los sueños. Pa que veas.

El disco es una auténtica maravilla. Desde el primer instante se nota que es la obra más ambiciosa que ha creado el vocalista de Iguana Tango y le ha salido de lujo. Tenemos algo más de una hora en la que la parte orquestal y el Metal se fusionan a la perfección, generando ambientes y atmósferas muy buenas que acompañan los trabajados diálogos entre los diferentes personajes.


Un épico coro da inicio a El Mundo de Los Sueños, en la que Poe (Leo Jiménez) es recibido por Morfeo (Joaquín Padilla) y Lucién (Miguel A. Franco de Saurom), además aparecen Chus Herranz e Isra Ramos (Alquimia). El tema es épico y de ritmo trepidante, muy completo de principio a fin y uno de mis favoritos del disco. Contiene más de mil detalles dispuestos a ser descubiertos a base de darle escuchas, al igual que la siguiente, La Bestia De Los Ojos Dentados (y la siguiente, la siguiente...), que sirvió como adelanto y en la que Lucién muestra la biblioteca de los sueños a Poe, donde se encuentran con Corintio (José Broseta, de Opera Magna), una pesadilla creada por Morfeo con dientes en los ojos, con el que Lucién entabla una acalorada discusión. Una acertada intro orquestal abre paso a La Maldición del Manuscrito, un tema potente y con un gran estribillo en el que Destino (Isra Ramos) lleva a Poe a las tempestuosas aguas del abismo, donde aparecen el viejo marinero sueco (Jorge Berceo de Zenobia) y el Anciano de Maelstrom (Fran Vázquez de Cherokee) cura voz rasgada contrasta con la pulida voz del líder de Zenobia.

A continuación, unos suaves violines dan paso a la conciencia de Poe (Ronnie Romero), que explica en Corazones Marcados Por La Traición como Poe antepuso su obra al resto de su vida, incluso a Virginia (Chus Herranz), con la que entabla un soberbio diálogo. La rasgada y furiosa voz de Destrucción (José Cano, de Centinela) abre El Resurgir de los Dioses Caídos un tema muy operístico y épico, en el que predomina la orquesta y destacan los registros de Ignacio Prieto (Atlas) como Frederik Metzengerstein y Roberto Castiglioni (Unreal) como William Wilson y al que le sigue El Pecado de la Eternidad, donde se muestra a un Poe cerrado al amor y cabreado con todo lo que tenga que ver con ello, entonces uno de los personajes de su obra Gato Negro, Pluto (Tete Novoa), sale a escena para recriminarle esa actitud, que acabó afectando a sus creaciones. Evidentemente, este tema me genera un interés especial en lo personal por contar con las dos voces recientes de Saratoga (ya sabéis que es una banda a la que guardo un cariño especial por meterme en el mundillo del Heavy) en el diálogo que constituye la canción.


Llegados a la mitad del disco, quiero destacar el gran trabajo del enorme elenco de vocalistas que participan en la obra, pues todos ellos consiguen interpretar su papel a las mil maravillas, manteniendo su personalidad y amoldándose a su personaje según la situación lo requiera. Es una parte fundamental de la obra y evidentemente ese trabajo que realizan se ve reflejado en cada tema, haciendo que la obra suba de nivel. Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, un interludio protagonizado por el violín, da paso a El Demonio de la Perversidad, un potente tema de aire muy oscuro y en el que Desespero (Gabrielle de Val de The Val), con una genial interpretación, muestra al escritor como fue su propia mano la que le hizo llevar su vida a la deriva. Además aparecen varios de sus personajes, como Roderick Usher (Carlos Sanz de Dünedain), La Máscara de la Muerte Roja  (Zyrus de Kaothic) y el Demonio del Campanario (Rubén Kelsen de Debler) a través de los cuales purgaba su dolor, obligándolos a ellos a padecerlo. Seguimos con El Epitafio del Destino, de las canciones más épicas del disco en la que Poe lo único que quiere es morir, pero, tras burlarse de la muerte mediante algunos de sus personajes, ésta no hace caso a sus súplicas. En El Peso del Perdón, Virginia acusa a Poe de olvidarse de ella una vez muerta, en el tema, Leo Jiménez y Chus Herranz mantienen un diálogo que, a su manera, toca el alma de uno. Si a ello le sumamos la gran ejecución instrumental, queda un tema de los que destacan por encima del resto en la Obra. De cara ya al final del disco, tenemos Descansa en Paz, una canción semiacústica con aires medievales, muy a lo Blind Guardian, que arranca como balada, pero a partir de la mitad va aumentando en potencia y saca a relucir, una vez más la gran capacidad de interpretación que posee Leo Jiménez. El de Fuenlabrada se luce a lo largo del disco, sin duda, pero es que en este tema, en el que tira tanto de su registro más suave y delicado como de toda su potencia vocal, ya es algo escandaloso, supongo que por algo es el protagonista de la obra, ¿No?. Para el último tema, El Lamento del Hombre de Arena, Txema Cariñena acompaña con el piano a la voz del autor de la obra, Joaquín Padilla, que interpreta cálidamente a Moreo, lamentando tanto sufrimiento innecesario por el temor a ser amado.


Joaquín Padilla lo ha vuelto a hacer, amigos. Y esta vez incluso se ha superado, LDUTIII es una obra de una elaboración soberbia, cargada de detalles y matices dignos de ser degustados poco a poco y a base de escuchas. Al gran juego que dan las diferentes voces y la aportación instrumental de cada músicos se le unen los coros y la orquesta, que aportan aires épicos, oscuros, delicados... o lo que sea necesario según la situación lo requiera, amoldándose bien a la obra y sin hacerse empalagosos. Personalmente, te recomiendo que te olvides de descargar el disco y ponértelo de fondo como si se tratara de un disco cualquiera. Con este trabajo lo ideal es coger el CD, repasar el libreto de arriba a abajo leyendo los diálogos y paladear cada segundo de la obra, solo así podrás disfrutar de las sensaciones que transmite este capítulo final de una gran trilogía, un capítulo en el que Padilla ha sacado a relucir todas sus inquietudes musicales en la obra más ambiciosa de su carrera, mezclando orquesta y Heavy Metal de una forma muy equilibrada y en la que ambas partes conviven y fluyen con total armonía.


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